miércoles, 2 de abril de 2008

Reflexiones

Fué un golpe seco y directo a los ojos. Un estremecimiento que paralizó mis retinas. Quedé vacío y mirando como estatua algo frente a mi. La gente, el ruido en la ciudad y la vida cotidiana se desplazaban como un ferrocarril de alta velocidad que nunca parará. Todos los sonidos se iban derramando a mi alrededor y caían por el embudo de un hoyo negro donde me encontraba yo. Ahí sentado, me envolvió de pies a cabeza sorda, la certeza de que el tiempo que pasé contigo, lo pasé sin ti. Como si hubiera estado en una dimensión aparte, y los momentos que ahora quiero repasar, se consumen a instantes palpables que se resbalan por mis dedos como agua y aceite, y van cayendo al suelo como gotitas, cargando en ellas nuestras memorias y antes de yo poder recobrarlas o mejorarlas se evaporan y desvanecen sin tocar el suelo. Todo, como es de esperar, sigue sin piedad dando vueltas y ahora no tengo duda de lo que perdí.

Si tan solo hubiera imaginado que no te volvería a ver, casi puedo asegurarte que habría estado ahí contigo. Te habría abrazado más. Mucho más. Yo lo sabía: debí haber buscado tu mano al cruzar la calle mas a menudo y saborear esa sonrisa traviesa en tu mirada; de haber caído en esa realidad, me habría despojado de paredes e inquietudes ilusorias. Ahora mismo recuerdo haber querido mencionar lo bonito que bailaba ese vestido montado a tu cintura, pero me quedaba fresca y latente la discución de la tarde. Concientemente vestía con ese seño ridiculo de enojado. ¿Para qué? - la verdad es que no quería encontrar la razón para ser yo quien pidiera disculpas. Por un sinumero de razones, me dejé caer; me dejé vencer en el juego de tontas emociones: de celos, orgullos, y reproches; de bravuras y malentendidos.
Sería mentira si te dijera que eso no me llevo a nada. Me llevó a un puerto de miradas perdidas, donde el horizonte divisa deseos que siguen en vuelo ciego y no aterrizan. Donde nos reunimos todos los que en silencio repetimos: ¡Si tan solo hubiera!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay... Si tan sólo hubiera... Estar sin presencia... escaparse de lo que uno realmente desea... Pasa... más a menudo de lo que uno cree, quizá es hora de empezar a querer lo que se tiene y dejar de anhelar lo que se sueña!