domingo, 28 de febrero de 2010

Piez descalzos

¡Observa mis pasos! Sostente bien de mi cuello y no te duermas. Fíjate como la arena apenas se hunde sin dejar huella. ¿Ves? No podrán encontrar nuestro rumbo; en unos días llegaremos, habrá comida y la gente blanca será buena con nosotras. Quédate tranquila. Observa mis pasos y no dejes de responderme...
Si al menos estuvieras con nosotras Khalil: aún veo tus manos buscándome, tus brazos estirando gritos y te alejan de mi a golpes detrás del humo negro. Veo nuestra choza en llamas, la tierra roja y a Zaila arrojada al suelo. Ya no sé a dónde voy, ni por qué. Creo que mis pies ya lo único que saben hacer es escapar.